El TDAH es un trastorno que afecta a entre un 3% y un 5% de los niños y adolescentes en edad escolar. Dado que la escuela y la casa son los lugares donde más tiempo pasan, será en esos contextos en los que más dificultades evidenciaremos.
De cara a mejora una integración positiva en el aula y en la familia de un niño con TDAH es muy importante trabajar las siguientes habilidades sociales:
- Interacción social. Sonreír, reír, saludar, presentarse, favores, cortesía y amabilidad.
- Hacer amigos. Aprender a reforzar a los otros, iniciaciones sociales, unirse al juego con otros, ayudar cooperar y compartir.
- Conversaciones. Iniciar, mantener y terminar una conversación de forma adecuada, unirse a la conversación de otros y participar en conversaciones de grupo.
- Sentimientos, emociones y opiniones. Realizar autoafirmaciones positivas, expresar y recibir emociones, defender los propios derechos y las propias opiniones.
- Solución de problemas interpersonales. Identificar los problemas que puedan surgir con los compañeros, buscar soluciones, anticipar las consecuencias y elegir una solución. A continuación, ponerla en práctica y evaluar el resultado.
- Y por último habilidades para relacionarse con los adultos. La cortesía, el refuerzo al adulto, conversar con un adulto, realizar peticiones, y solucionar los problemas con un adulto.
Otras propuestas específicas de intervención dirigidas al profesorado para mejorar las relaciones en el aula serían:
- Retirar la atención ante las malas conductas y plantear normas de clase para todos los alumnos.
- Inculcar la organización y el establecimiento de metas.
- Planificar cambios con antelación, establecer reglas claras, repasar normas, supervisar cambios y reforzar su cumplimento.
- Y permitir periodos cortos de tiempo en los que los estudiantes puedan moverse e intervenir, buscar algún tema amento entre los periodos más largos.
En definitiva, que se proporcione un ambiente facilitador de las relaciones sociales espontáneas, afectos y sentimientos positivos. Así mismo, desarrollar el autoconcepto y el sentimiento de competencia. De esta forma, se favorece un aprendizaje enfocado a la integración de un niño hiperactivo en el aula.