La figura del psicópata y del sociópata ha sido usada muchas veces en películas o series de TV. Pero puede que tan solo se aproximen de forma parcial al concepto de psicopatía y sociopatía, y a menudo, se representen a dichos personajes de una manera exagerada o estereotipada.
Aunque sociopatía y psicopatía, técnicamente son equivalentes, ya que las dos fueron clasificados por el DSM-5 como “trastornos de personalidad antisocial” y presentan muchos comportamientos comunes, los profesionales dedicados a la psicología y a la criminología reconocen las sutiles diferencias entre ambos.
Dr. HOUSE ejemplo de sociópata
Analicemos el personaje del Dr. Gregory House, un genio médico capaz de resolver los diagnósticos más complicados pero incapaz de responsabilizarse o de adaptarse a las reglas, normas o costumbres sociales que lo rodean.
El perfil de sociópata encarnado por el Dr. House tiene los siguientes rasgos:
- egocentrismo: sus creencias y opiniones son la autoridad absoluta ante sus pacientes y su equipo de trabajo, menospreciando las opiniones de los demás.
- inhumano: el Dr. House detesta el contacto con los pacientes y los desprecia, incluso tiene problemas para reprimir respuestas emocionales como el enfado, la impaciencia o la molestia ante ellos.
- inconsciente e irrespetuoso: no le importan las consecuencias ni de sus palabras ni de sus actos.
- hedonista: acostumbrado a tener autoridad sobre los demás, experimenta sensaciones de control y poder, evidenciando un gozo enorme al hacerlo.
- convincente: es muy bueno convenciendo a los demás, consiguiendo así, que amigos y compañeros de trabajo hagan lo que él quiere.
- solitario: al Dr. House le es muy difícil generar relaciones interpersonales, pero en ocasiones lo logra, creando vínculos con alguna persona o grupo de su entorno laboral.
La figura del Dr. House es una aproximación bastante acertada de un paciente con este tipo de trastorno de personalidad antisocial y aunque la causa exacta de la sociopatía es desconocida, muchos investigadores inciden en que podría deberse a la genética heredada, factores biológicos, procesos químicos anormales en el sistema nervioso y daños en las partes del cerebro o al abuso de estupefacientes.
De no ser tratado a tiempo, este trastorno puede acarrear graves consecuencias ya que, una vez desarrollado, puede conllevar agresiones de todo tipo, más aún si el paciente tiene como hábito el consumo de drogas.
Dentro del área de la psicología, se puede usar la psicoterapia individual junto con técnicas de modificación de la conducta para combatir síntomas específicos, como la agresividad y la irritabilidad, aunque hay que ser muy conscientes de que, el patrón habitual del sociópata de manipulación y engaño se extiende a todos los aspectos de la vida, incluyendo la terapia.
Por esto mismo, es de suma importancia el buscar un tratamiento adecuado para este trastorno.