Padres e hijos (II): Comunicación con nuestros hijos.
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Las relaciones entre padres e hijos mejoran mucho cuando hay una comunicación abierta, afectiva y efectiva.
Es importante que los padres adquieran habilidades de comunicación positiva con sus hijos para fomentar el respeto, la autoestima y la autonomía. De esta forma, se crea un clima de confianza en el que los hijos se sentirán cómodos y podrán expresar sus necesidades e inquietudes.
Los principales factores para favorecer una comunicación positiva son los siguientes:
La principal amenaza a la comunicación es la falta de tiempo o hacerlo en momentos poco adecuados (cansancio, enfado, estrés, prisa, etc.). Por lo que, una escucha paciente y activa es fundamental.
Hay que tener mucha capacidad de escucha. Los niños tienen que sentir que se les presta atención y que lo que dicen es importante.
Hay que favorecer espacios para la reflexión, respetando turnos, evitando el insulto o la imposición de normas sin dar razones.
Las normas deben ser sencillas, justas y mantenerse. Para ello, debe haber coherencia entre padre y madre (a los niños les confunde mucho que cada uno diga una cosa diferente).
Es conveniente expresar nuestros sentimientos de forma adecuada y también los motivos o conductas que los producen, así los niños pueden darse cuenta de lo que sucede y asociar.
Ser conscientes de que la mayor parte de lo que decimos es no verbal. Es decir, que los gestos, la mirada, el tono o la intensidad de la voz van a precisar en mayor medida lo que estamos diciendo. Esto que es evidente a todas las edades, es fundamental en el niño pequeño.
Por ello, es importante seguir todas estas pautas para que los hijos se sientan escuchados, se comuniquen abiertamente y se sientan apoyados cuando expresen sus sentimientos. Así, la comunicación será positiva y el ambiente familiar será el adecuado para el buen desarrollo de los hijos.
