En la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es muy común el uso de herramientas como las metáforas para trabajar la desesperanza creativa.
Una recomendación importante para ajustar la metáfora al problema del paciente es tener en cuenta cómo son las experiencias privadas del mismo y plantear una solución al problema que está viviendo lo más de acorde posible con sus valores. A través de las metáforas el paciente llega a sus propias conclusiones sin que tenga que ser dirigido directamente por el terapeuta. Sin embargo, no todas las metáforas son igualmente de eficaces para todos los pacientes. Veamos un ejemplo de metáfora y su posible aplicación en terapia.
Ejemplo de metáfora: LA TORTUGA
Lo más importante en la vida de una tortuga es caminar en dirección norte. Esto es lo más gratificante para ella y hace que su vida sea plena. Sin embargo, en su camino hacia el norte encuentra lodo que no puede evitar, viento, bichos que se posan en su cuerpo, etc. Ante estos contratiempos, la tortuga reacciona metiéndose en su caparazón, donde se siente muy segura y tranquila. Sin embargo, pasan los días y ante los inconvenientes del camino, la tortuga siempre se esconde y cada vez camina menos en la dirección que desea.
¿PARA QUÉ PROBLEMA SERÍA ADECUADA ESTA METÁFORA?
Podría ser adecuada para un trastorno de ansiedad con agorafobia, donde la persona experimente un miedo intenso a salir a la calle o evitar ciertos lugares. En este sentido, el problema no es la ansiedad, sino los intentos de control de la misma. Esos intentos de control o evitaciones pueden aliviar el malestar a corto plazo, pero a la larga, no sólo no sirven, sino que crean más dificultades al distanciarse más de sus valores. En el caso de la tortuga caminar en dirección norte y en el caso del paciente poder llevar una vida más independiente, autónoma, poder relacionarse, menor aislamiento, etc.
El objetivo que tiene el terapeuta al emplear esta metáfora es establecer una relación clara entre un problema del paciente y la experiencia que narra y para ello, el paciente se tiene que ver reflejado en ella y entenderla para alcanzar una solución a su problema.