El TLP o BORDERLINE, también llamado limítrofe o fronterizo, se caracteriza por la inestabilidad emocional. Esta inestabilidad afecta y repercute en las distintas áreas de la vida de la persona. Interfiere en el estado de ánimo, en el control de la impulsividad, la autoimagen, las relaciones interpersonales, etc.
En cuanto a las causas de este trastorno es difícil saberlas, ya que, suelen ser la combinación de distintos factores: genéticos, de apego, ambientales y las funciones cerebrales.

El diagnóstico y la evaluación de este trastorno es complejo. Hay que valorar la presencia de los criterios diagnósticos en la persona, así como, la gravedad, intensidad y duración en el tiempo. Hay que tener en cuenta que el paciente puede no tener conciencia de la presencia de estos síntomas y el profesional tener la experiencia y habilidades para poder reconocerlos y señalarlos.
El diagnóstico en adolescentes y adultos es diferente. Muchos de los criterios del TLP son características que puede manifestar el adolescente. Hay que diferenciar cuales son del propio proceso vital y cuales pertenecen a rasgos de un TLP. Deben ser de larga duración (años), persistentes e intensos para poder diagnosticarlos.
El tratamiento conlleva psicoterapia, medicación psiquiátrica y apoyo familiar. La psicoterapia es lo fundamental para la recuperación.
Nos basaremos en principalmente en el modelo de Dolores Mosquera, Linehan y en el EMDR.
Hay una primera fase en el tratamiento de estabilización, donde ayudaremos al paciente a aprender recursos para regular la intensidad de las emociones. El trauma subyacente será abordado mucho más adelante en la terapia cuando la persona tenga los recursos y la estabilización suficiente en el presente para poder enfrentarse a ello.
En los adolescentes nos centraremos en la regulación de emociones, en aprender a identificar y expresar emociones, habilidades y recursos para manejar las emociones, aprender a tolerar la frustración y aumentar su ventana de tolerancia.
En adultos, el tratamiento va dirigido a regular la sintomatología relacionada con los criterios del TLP y los posibles trastornos secundarios que aparecen como modo de compensación de la sintomatología límite.
Diferentes tratamientos que podemos utilizar son: la terapia dialéctica, la terapia cognitiva-conductual, el programa STEPPS, Diamante en Bruto y EMDR.