DOCENTE DEL TALLER
Ángel Peralbo Ferández |
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Director del Equipo de intervención en Jóvenes y Adolescentes del Centro de Psicología Álava Reyes |
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Licenciado en Psicología en la Especialidad de Clínica. Postgrado en Psicología Clínica del Niño y del Adolescente, Postgrado en Salud Mental y Master Universitario en Investigación en Psicología. Acreditado como Psicólogo General Sanitario por la Comunidad Autónoma de Madrid y como Psicólogo Especialista en Psicoterapia por la European Federation of Professional Psycholgists (EFPA).
Forma parte del equipo de Especialistas del Centro de Psicología Álava Reyes y ejerce y desarrolla parte de su labor en el Área Clínica como Director del Equipo de adolescentes y jóvenes y lleva a cabo tanto Procesos de Evaluación como de Intervención en el ámbito de la Familia. En el Área Educativa participa en Programas de intervención en dificultades de aprendizaje y de conducta en el Entorno Educativo.
Profesor del Master Universitario de Psicología General Sanitaria, en la UIMP –Universidad Internacional Menéndez Pelayo–
Dirige proyectos de Escuela de Padres, talleres, coloquios… y realiza proyectos de investigación sobre variables que intervienen en la mejora psicosocial de jóvenes y adolescentes.
Es autor de diversos libros, entre ellos «EL ADOLESCENTE INDOMABLE», «EDUCAR SIN IRA», y «DE NIÑAS A MALOTAS».
Colabora habitualmente en diversos medios de comunicación en temas relacionados con la divulgación de la Psicología, especialmente en televisión y radio.
DESTINATARIOS
El curso está dirigido a profesionales que trabajen en el ámbito infanto-juvenil y que necesiten adquirir y renovar competencias en la evaluación e intervención en jóvenes y adolescentes
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MODALIDAD
10 HORAS PRESENCIALES
FECHA
14 y 15 de Junio de 2019
Viernes 14 de 16:00 a 21:00h.
Sábado 15 de 9:00 a 14:00h.
INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud nos alerta sobre las estimaciones que dicen que los trastornos emocionales y de conducta están presentes en torno al 20% de la población mundial entre 0 y 17 años.
En un momento como el actual en el que en relación a los niveles de calidad en la relación padres – hijos hay mucho interés y tanto que decir, podemos afirmar que existen ciertos aspectos paradógicos como por ejemplo el hecho de que quizá se invierte mucho más que nunca en la infancia y adolescencia, proporcionándoles en todo lo posible una vida plena lo más satisfactoria posible y sin embargo las quejas de unos y de otros son abundantes; y la satisfacción no es tanta como hubiéramos podido prever.
Por otro lado y en referencia a los problemas adolescentes, hay que decir que un aspecto más que le añade cierta dificultad diagnóstica y por tanto, en la intervención, es que su sintomatología no se refleja necesariamente siempre de una forma exteriorizada y clara como puede darse en adultos o en jóvenes más mayores y además muchas veces puede pasar desapercibida o confundirse con otro tipo de conductas habituales en la infancia y adolescencia, como las reacciones airadas, conductas de riesgo o enfrentamiento con el entorno. Recordemos que las llamadas conductas interiorizadas suelen tener un correlato más interno, menos advertido por los demás pero a la vez, pueden estar asociadas a problemáticas como las autolesiones que a pesar de ser evidentes encierran gran desconcierto y dudas sobre su origen y las causas que llevan a esos adolescentes a padecerlas.
OBJETIVOS
Por ello en un primer momento de la intervención, es imprescindible evaluar con los adultos, sus padres principalmente, la información sobre el curso evolutivo, las habilidades de crianza y educativas que poseen, así como su disposición y estado para el trabajo terapéutico.
La conceptualización de una conducta como problemática, tanto por exceso como por defecto, como su propia génesis y mantenimiento, aparecen generalmente relacionadas tanto con la concepción que tienen los adultos del problema (información, creencias) como con las habilidades de que disponen y el propio estado psicológico de éstos, lo que también implica una limitación de la información que nos suministran los padres u otros adultos.
También es preciso llevar a cabo una evaluación de la conducta considerada problema en relación con criterios no evolutivos. Desde esta perspectiva, la evaluación habrá de centrarse tanto sobre la conducta manifiesta y los criterios de su validación social y ajuste actual y futuro que se prevé en razón del exceso/defecto, intensidad y duración de la conducta problema, como sobre la conducta encubierta. Respecto de esta última los criterios de su validación, habrán de analizarse, tanto en el contexto individual como en el de la interacción social (grado de autocontrol mostrado en distintas situaciones), sin olvidar en ningún caso la evaluación de la adecuación de la conducta a la situación.
En los problemas en los adolescentes, las variables evolutivas implicadas en el desarrollo infantil pueden afectar a la consideración etiológica del problema así como a la intervención y al pronóstico. Por ejemplo, es importante conocer si los problemas empezaron a la edad de cuatro años o si se trata de un giro relativamente reciente y donde no había precedentes identificados.
De igual forma es muy importante evaluar los contextos en los que se produce el problema y ante quienes, así como si va por rachas o existen elementos externos que nos puedan dar pistas sobre su aparición.
Por todo ello es imprescindible poner el énfasis en la observación y el registro objetivo de la conducta manifiesta, sobre todo, en el momento de la selección de los objetivos terapéuticos y en el de la valoración de los efectos del tratamiento.
No obstante, en el caso de los propios adolescentes, habrá que tener en cuenta también las experiencias subjetivas, las respuestas psicofisiológicas y procesos de pensamiento más o menos elaborados, según el desarrollo cognitivo del adolescente.
En cualquier caso un objetivo claro será evaluar y abordar esas dificultades en los padres esperando que repercuta positivamente no sólo en ellos individualmente sino en beneficio de los problemas de sus hijos y de la relación con ellos. Les fortaleceremos para mantener la terapia y los momentos difíciles, para poner los límites que sean necesarios, para mantener un buen nivel afectivo, etc.
COMPETENCIAS
Según Del Barrio, Carrasco, Rodríguez y Gordillo, (2009), la hostilidad es el tipo de interrelación padres-hijos que resulta ser especialmente perniciosa tanto en el caso de las madres como de los padres. La hostilidad contiene ingredientes de ira, desconfianza y falta de control característicos de la emocionalidad negativa. La mayor parte de las veces, la hostilidad se elicita en un ambiente emocional negativo en donde el adolescente se opone a la voluntad de sus padres y les ataca la mayor parte de las veces verbalmente.
Abordaremos la gestión de los conflictos entre padres e hijos como una de las claves que más incidencia tiene en el resto de problemáticas ya que pueden inundar el día a día de sus relaciones. Chantajes emocionales, manipulaciones, enfado permanente y una comunicación basada en lo negativo y en el desafecto que muchas veces, por simple acumulación, echará a perder otros aspectos de la familia, si no lo trabajamos convenientemente.
- mediar en conflictos padres/madres, hijos/hijas, hermanos/as y llegar a acuerdos.
- mediar en conflictos entre los adolescentes y sus iguales.
- conectar con las necesidades del adolescente.
- hacer un adecuado manejo de la confidencialidad.
Además los alumnos se familiarizarán con el abordaje de las autolesiones tan presentes en adolescentes y jóvenes y cuya funcionalidad resulta diversa y por tanto impone unas estrategias de intervención distintas y adaptadas a la misma.
Por otro lado, trabajaremos las adicciones, tanto las ya clásicas como las más recientes, las adicciones tecnológicas que en los últimos tiempos están suponiendo un auténtico problema en el ámbito familiar.
SEDE PRESENCIAL
Fundación Mª Jesús Alava Reyes
Calle Caleruega, nº 67 – 7ºA – 28033 – Madrid.
METODOLOGÍA PRESENCIAL
La metodología de trabajo se centra en el desarrollo de las competencias profesionales y personales del psicólogo durante todo el proceso terapéutico.
TASAS DEL CURSO
TALLER (10 horas)
*ALUMNOS IEPA |
115 € |
RESTO DE PROFESIONALES |
120 € |
*Antiguos alumnos y aquellos que hayan realizado al menos dos cursos con IEPA/ ISPCS
TALLER (10 horas)
*Alumnos IEPA: 115€
Resto de profesionales: 120€
*Antiguos alumnos y aquellos que hayan realizado al menos dos cursos con IEPA/ ISPCS
FORMAS DE PAGO
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Concepto: Nombre Curso – Nombre Alumno Código Iban: ES44 2038 3618 8860 0014 8401 Código BIC: CAHMESMMXXX Entidad: BANKIA |
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(antes del 13 de Junio de 2019)
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TITULACIÓN
Título propio otorgado por el European Institute of Applied Psychology